Todos nos hemos sentido así en algún momento.
Primero, valida tu emoción, recuerda que es normal sentirte así, es parte de la experiencia de ser persona en este mundo lleno de obligaciones y presiones socio-económicas.
En lugar de reprocharnos y juzgarnos por sentirnos así (lo cual puede generar sentimientos de culpa, ansiedad y dificultar aún más el "hacer algo") recuerda que es natural que tu estado de ánimo y motivación cambien. Así funcionan. Incluso podemos decir que es necesario desmotivarte, para poder encontrar motivación nuevamente, sentirte triste para encontrar felicidad luego, etc.
"Date el permiso de dar lugar a tu necesidad en este momento de poca motivación. Hay tantas cosas que tengo que hacer pero no deseo, ok eso lo sabemos, ahora redirige tu atención, pregúntate "qué sí deseo hacer, que sí puedo hacer aquí y ahora con todo lo que siento". Esto te permitirá recargar energía y motivación. La mente necesita divagar de vez en cuando, no somos máquinas, todos somos personas sensibles con necesidades emocionales igual de importantes que otras necesidades."
Lo que necesitamos es darnos el permiso de hacer lo que SÍ podemos en ese momento, aunque sean 10-15 minutos, para así, recargarnos de energía en estas actividades y entrar en un nuevo estado emocional que nos permita afrontar las responsabilidades del día de mejor manera. Aquí te dejamos algunos ejemplos que puedes aplicar a tu rutina:
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